Si nos proponemos mejorar cada día, o hacer un cambio en nuestra vida, una manera amable de conseguirlo es comenzar a pensar en pequeños avances, por ejemplo: ¿Cuánto puedo dedicarme hoy a meditar más que ayer? ¿Como puedo ser en este momento más generoso, paciente, amable o menos egoista, aversivo…etc? ¿A que entretenimiento evasivo puedo renunciar para estar más presente y calmado? En ocasiones somos duros con nosotros mismos, si no cumplimos nuestros objetivos, o si tenemos grandes expectativas de cambio. Esta perspectiva es una manera amable de cambiar hábitos, ya que poco a poco, pasito a pasito, y de manera sencilla según nuestras posibilidades, iremos mejorando cada día, hasta que el aprendizaje quede integrado en nosotros. También nos ayudara a vivir más conscientemente y a crear mejor karma, mejorando nuestro entorno y desarrollando el sendero espiritual.